Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://charliebqtf469769.livebloggs.com/45182055/cómo-vivió-italia-el-cabezazo-de-zidane